RESEÑA DE LA CIUDAD DE
CRISTAL
La novela Ciudad
de cristal de Paul Auster se
enmarca dentro de la llamada La Trilogía de Nueva York,
tres libros cuya trama transcurre en dicha ciudad y que suponen una revisión de
la novela negra y el género detectivesco: Ciudad
de cristal (1985), Fantasmas (1986) y La
habitación cerrada (1986).
Daniel
Quinn es un poeta que, tras la muerte de su mujer e hijo, abandona la poesía y escribe
novelas policíacas bajo pseudónimo. Una noche recibe una llamada buscando a un
detective llamado Paul Auster. Seducido por la idea de encarnar a Max Work, el
personaje de sus novelas, decide hacerse pasar por Auster y se convierte en
detective, siendo su labor vigilar a un tal Peter Stillman. Este es el
argumento. Pero a partir de él empieza a construir un mundo mucho más complejo.
Fragilidad o dureza,
transparencia u opacidad, simetría, refracción. Las propiedades físicas del
cristal pueden servir para intentar entender un poco esta obra de Paul Auster.
Centros, ejes y planos de
simetría como los del cristal estructuran el escenario de la novela. La ciudad
de NY se transforma en un laberinto en el cual el lector se mueve siguiendo al
protagonista, mientras siente cómo le
envuelve una atmósfera cada vez más agobiante. Ambos se encuentran perdidos
en ese laberinto, con la sensación de que no hay nada fijo, que todo se desplaza,
todo se refleja, dejándoles desconcertados y alejándolos cada vez más de su
objetivo.
Porque la novela crea un sistema
de dualidades, de duplicidad, que nos involucra a nosotros mismos. Representa
un juego de identidades, un juego de espejos que nos hace estar en el doble plano
de la realidad y la ficción:
La novela surge a raíz de una
anécdota real: una llamada equivocada en mitad de la noche preguntando por una
agencia de detectives. Los personajes y elementos significativos de la novela
se reflejan en otros. Hay dos Peter Stillman, padre e hijo, dos libretas rojas,
tres Paul Auster si incluimos al autor de la novela, dos partes en el libro que
escribió Stillman, dos incendios, las iniciales de Don Quijote coinciden con
las de Daniel Quinn, un cambio en la persona del narrador…
Es la novela un lugar donde se ejercita
explícitamente la metaliteratura. Aparte de la gran cantidad de referencias
literarias que encierra (bíblicas, poéticas, novelísticas, cuentísticas…) y de
los simbolismos de casi todos los nombres propios, el libro es una especie de transposición,
de paralelismo de El Quijote donde cambian las coordenadas espaciotemporales y
el subgénero novelístico: de la región manchega del siglo XVII a la NY del siglo XX y de una novela
de caballerías a una policíaca, un hombre se enfrenta a los mismos devaneos
mentales con la realidad, plagada de metafóricos molinos de viento..
Al igual que Cervantes en El
Quijote, que consiguió una renovación del género, Auster
quiere tomar el género como pretexto, partir de una novela policial para tratar
luego con temas mucho más grandes, consiguiendo también acabar con bastantes de
los tópicos que lo aquejaban. Cargada de tintes surrealistas y kafkianos
envuelve al lector en un clima, una atmósfera opresiva en la que el personaje
se diluye y en la que la falta de un final concreto carece de importancia.
De Ciudad de Cristal se realizó una
excelente adaptación gráfica a manos de Paul Karasik y David Mazzuchelli que
resulta muy interesante al poner imágenes a muchos de los símbolos, situaciones
y escenarios de la novela ayudando al lector a extraer algo más del jugo de
esta obra.
Carmen Truchado.