RESEÑA “INTEMPERIE” DE JESÚS CARRASCO
La novela Intemperie del
pacense Jesús Carrasco, su primera novela publicada, se convirtió desde el momento
de su publicación en 2013, antes aun, en 2012, cuando se presentó en la Feria
de Frankfurt, en un éxito rotundo, en todo un fenómeno editorial. Ha recibido
numerosos premios tanto en el extranjero como en España y ha sido traducida a
veinte idiomas, siendo reeditada más de veinte veces. De ella se ha hecho una
versión gráfica y se espera su paso a la gran pantalla.
Libro no apto para lectores impacientes, narra, a veces con poético
lirismo y otras veces con prolija precisión,
con excesivo detallismo, unos hechos que transcurren en unos pocos días, con la
base de un lenguaje muy trabajado, numerosas descripciones y un vocabulario
lleno de términos rurales antiguos o en desuso que dificultan un tanto la
lectura.
La obra nos sumerge en un mundo rural durísimo y violento, donde la
sequía y la miseria son tan protagonistas como los personajes mismos; tres
personajes arquetípicos: un niño, un cabrero y un alguacil situados en un
espacio y tiempo indefinidos porque eso la hace más universal; como universales
son la amistad, la solidaridad y la compasión, valores que consiguen imponerse
a la maldad no solo en el final de la obra sino en el alma del niño.
El niño se rebela contra la injusticia de su vida y huye, pero en su
huida se tiene que enfrentar al pasado que le persigue (el alguacil) y al
presente que le atenaza (la miseria, la dureza del paisaje, la falta de agua,
su impericia e imprevisión) y buscar de
una forma épica su propia supervivencia. Afortunadamente para él, el azar pone
en su camino a un viejo cabrero que será capaz de darlo todo por salvar al
chico no sólo de lo que le amenaza externamente sino de sí mismo, puesto que
consigue ayudar al muchacho a decidir su destino y salir del círculo de
violencia en el que había vivido y que le podría atrapar para siempre.
Carmen Truchado Pascual
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