RESEÑA: ALICIA EN EL PAÍS DE LAS
MARAVILLAS
Libro interesantísimo de un autor
igual de interesante aunque fagocitado por la fama de su obra. Alicia en el país de las maravillas, del
inglés Lewis Carroll, narra las aventuras de una niña llamada Alicia y su viaje
a un subterráneo y fantástico lugar poblado por animales y objetos
antropomórficos donde nada es lo que parece que debería ser.
La crítica discute su
clasificación como literatura del nonsense o sinsentido o bien como cuento de
hadas. Es un viaje alucinante a la imaginación o quizás al subconsciente.
Este relato y su continuación, A través del espejo y lo que Alicia encontró
allí, recibieron los elogios de la crítica y fueron éxitos de ventas desde
el momento de su publicación. Nacidos en una sociedad seria y estricta como la
de la decimonónica época victoriana, dejan a un lado la tradición cuentística
inglesa, claramente moralizante, y muestran situaciones absurdas, fantásticas,
sentando bases para el surrealismo.
Alicia en el país de las maravillas nació de la oralidad; Carroll
inventa las aventuras subterráneas de Alicia para entretener una tarde a las
hijas del deán Liddell, amigo y compañero de Carroll, en especial a la mediana,
Alicia, por la que sintió una auténtica obsesión durante toda su vida. Después
escribe la historia, la ilustra y encuaderna, regalando este manuscrito a la
niña. Un año después lo publicó corregido y con las ilustraciones de Sir John
Tenniel, el más afamado dibujante de la época.
En las aventuras de Alicia se
combinan sueños fantásticos, humor, caricaturas sociales, localismos, juegos de
lenguaje, paradojas lógicas y matemáticas, fruto todo ello de la vasta y
humanística cultura de Charles Lutwidge Dogson, que escribió bajo el seudónimo
de Lewis Carroll pues siempre quiso separar sus actividades como clérigo y
profesor de matemáticas, de las relacionadas con el arte y el mundo de la
fabulación. Hay que decir que Carroll fue un hombre que destacó por una gran
inteligencia y creatividad desde su infancia, inventando juegos, cuentos,
adivinanzas y creando revistas para entretener a sus diez hermanos, incluso a
pesar de su tartamudez.
Carroll fue investigador,
científico, lógico, matemático, geómetra, inventor, fotógrafo, escritor, poeta…
Y en todo sobresalió con obras y publicaciones de gran valor y originalidad.
Alicia en el país de las maravillas es más que un libro para niños.
Es al mismo tiempo una novela para adultos capaces de captar la cantidad de
elementos filosóficos y lógicos y la sátira moral que la obra contiene.
Los dos viajes de Alicia, al
mundo subterráneo y al otro lado del espejo, representan una forma de huida de
la realidad; plantean la existencia de mundos paralelos, proponen alteraciones
del espacio y el tiempo saltándose las leyes de la Física y de la Lógica , explorando siempre
los límites del mundo. Carroll huye de la realidad intentando refugiarse en el
territorio de la infancia. Cree en lo Bello como Verdad. Para él la infancia es
la imagen de la Belleza
(que retrataba con su cámara de fotógrafo aficionado) y la Belleza representa a la Verdad. Él sabe que ha
perdido su infancia, pero quiere que su amada Alicia viva siempre en lo que él
llama “el centro del país de los sueños”, ese espacio imaginario donde pueda
conservar siempre la inocencia, la ingenuidad, la curiosidad. Quiere que la
infancia sea irrenunciable, que perdure infinitamente.
Así, ambos libros nos invitan a
leerlos de forma simbólica y a la vez a disfrutar de la fantasía y el humor que
derrochan, es decir, con mirada de adultos y de niños al mismo tiempo.
Carmen Truchado
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